viernes, 20 de junio de 2014

APADRINA A UN CENTRO EN GALICIA


Habría sido una mañana de primavera cualquiera, de esas en las que el sol empieza a ganar la partida, el sonido de los niños inicia la jornada laboral y la puerta del recinto escolar aparece ávida ante la llegada de pequeños que entran y mayores que acompañan.

Como todos los días.

Excepto en que las caras y los saludos eran de desconocidos. Porque aquel no era mi centro ni las caras que miraban expectantes eran las de mis alumnos.

La experiencia seguía subiendo escaleras, después de los saludos y presentaciones en la sala de profesores, hacia una clase que no sabía muy bien qué iba a pasar, pero esperaba con pares de ojos llenos de emoción brillante de curiosidad.

Mientras, repasaba mentalmente todos los materiales que mis alumnos habían preparado para la ocasión y que esperaban colgados de una nube llamada Internet a ser descubiertos, completados, analizados…
La situación requería la explicación de un proyecto que quería investigar sobre la historia de cada casa de los participantes: materiales, formas, características… y...secretos, sobre todo sus secretos. En plena investigación surgió la pregunta: ¿será que cuando nuestros abuelos vivían en esta casa, las familias eran mayores? Y ahí nos pusimos en marcha: una investigación que requería de una encuesta, a nivel europeo y con centros y grupos invitados a participar.

Y ahí estábamos: contando nuestro proyecto y explicando la necesidad de que muchas personas en los tres países participantes nos echasen una mano a dar rigor a nuestro descubrimiento. El resto: ayudado por la magia de Internet: un cuestionario de Google con facilísimo acceso, unos gráficos que daban cuenta de nuestras realidades particulares y unas conclusiones que elaborar posteriormente.
Y así fue: profesores y alumnos allí reunidos acogieron, como a mí misma, el relato de aventuras que ocurrían en otras aulas, con otros niños, pero que, por azares del destino, habían llegado allí, para invitarles a subir a un barco en marcha: un proyecto iniciado que disponía de una actividad en la que intervenir, en colaboración con otros niños en centros de toda Europa.

Luego, compartir los resultados, como si de una gran comida se tratase: voces en diferentes idiomas, gráficos en un idioma universal y el descubrimiento fundamentado: sí, ahora vivimos menos personas en casa… ¿Por qué? Ese es un misterio que guardamos en otro cajón… a la espera… de quizá... otro proyecto eTwinning….
Supongo que habría sido una mañana cualquiera, incluso porque… en el fondo… para mí no era nueva esa confianza, la que se tiene al esperar que actúe el hechizo de eTwinning y es así que ahora hay unas clases más que lo conocen, unos profesores más que lo han descubierto: un mundo nuevo se abre ante sus ventanas. Es eTwinning.






“La historia de mi casa” es un proyecto para alumnos de primaria con necesidades específicas de apoyo educativo de cuatro centros en España (CEIP San Xoán de Becerreá, Lugo) , Portugal y Turquía y desarrollado de enero a junio de 2014.Para la actividad descrita se invitó a dos grupos diferentes en cada país, para su participación en la encuesta y en el descubrimiento de las conclusiones. En España, los grupos invitados fueron 5º del CEIP San Xoán de Becerreá y 6º del CEIP Rosalía de Castro, de Lugo. 

Esta experiencia forma parte de la Campaña “Súbete a un proyecto en marcha” de la Embaixada eTwinning en Galicia.

Susana Vázquez Regueiro.
Lugo.


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